[ez-toc]
Demasiada gente pasa por alto la importancia de abonar las plantas de interior. Sin embargo, una nutrición adecuada es esencial para que las plantas crezcan sanas y hermosas. A diferencia de un jardín exterior, donde la naturaleza proporciona la lluvia y las plantas pueden enviar nuevas raíces en busca de alimento, los nutrientes disponibles para una planta de interior están estrictamente limitados por la cantidad de tierra en la maceta y por lo que usted proporcione como alimento suplementario.
Piense en el abono como la segunda mitad de la tierra para macetas. Cuando la tierra de la maceta está fresca, tus plantas no necesitan mucho, si es que necesitan algún tipo de fertilizante. Esto es especialmente cierto en el caso de las modernas tierras enriquecidas para macetas, que a menudo contienen fertilizantes y otros aditivos. Sin embargo, al cabo de unos dos meses la planta habrá agotado los nutrientes de la tierra, por lo que habrá que abonar si se quiere que siga creciendo de forma saludable.
Tipos de abono
Los fertilizantes vienen en muchas formas: líquidos, barras, tabletas, gránulos y formas de liberación lenta. De ellos, los dos más adecuados para abonar las plantas de interior son los fertilizantes líquidos y los de liberación lenta. Los palos y los gránulos parecen cómodos, pero no distribuyen muy bien los nutrientes en la tierra, y una vez que se ha introducido un palo de abono en la maceta, no se puede controlar su liberación. Los abonos granulares están diseñados para su uso en el exterior.
Utilizar abono líquido
Los fertilizantes líquidos se diluyen con agua y se aplican con una regadera. Dependiendo de las instrucciones de la etiqueta, puedes abonar cada vez que riegues o cada dos veces. El tipo de planta también afectará a la frecuencia, ya que algunas, sobre todo las que tienen flores grandes y espectaculares, pueden necesitar ser alimentadas con más frecuencia. Averigüe siempre los requisitos de las plantas para sus necesidades nutricionales específicas. Los fertilizantes líquidos proporcionan un suministro constante de nutrientes que puede controlar con precisión. Es fácil suspender el suministro cuando la planta está inactiva durante los meses de invierno, por ejemplo, o aumentarlo cuando la planta vuelve a crecer. La desventaja, sin embargo, es que tienes que acordarte de hacerlo cada vez.
Pruebe los abonos de liberación lenta
Estos productos se han convertido rápidamente en los favoritos de muchos jardineros y cultivadores profesionales, tanto para plantas de interior como de exterior. Los fertilizantes de liberación lenta están recubiertos de una cáscara de liberación prolongada que lixivia lentamente los nutrientes en el suelo. Los gránulos individuales tienen revestimientos de diferente grosor que se disuelven a diferentes velocidades, de modo que la liberación real del fertilizante es escalonada en el tiempo. Una sola aplicación puede durar entre cuatro y nueve meses. La principal desventaja es el mayor coste de los fertilizantes de liberación lenta, pero como duran tanto, el coste se compensa.
Utilización de abono granulado
Los gránulos secos de abono puro pueden mezclarse a mano con la tierra para macetas. Aunque lo más habitual es que se utilicen en jardines exteriores, también pueden emplearse para abonar las plantas de interior, aunque esto puede resultar complicado. El abono granulado vierte todos sus nutrientes a la vez cuando se riega la maceta, lo que dificulta el control de la cantidad que reciben las plantas en cada momento. Este tipo de abono es bastante barato, pero no es una excelente opción para alimentar las plantas de interior.
Consejos para comprar abono
Todos los abonos de uso general contienen los macronutrientes básicos que las plantas necesitan para crecer, como el nitrógeno, el fósforo y el potasio. Cada macronutriente tiene una función específica:
- El nitrógeno favorece el crecimiento saludable de las hojas.
- El fósforo favorece una floración mayor y más sana.
- El potasio promueve un sistema de cámara fuerte.
Los abonos especializados, como los de la violeta africana, contienen proporciones optimizadas de estos nutrientes para determinados tipos de plantas.
Además de estos macronutrientes, los fertilizantes de mayor calidad también contienen micronutrientes como el boro, el magnesio y el manganeso que promoverán un crecimiento más saludable. Estudie la etiqueta del fertilizante para determinar qué nutrientes contiene.