Trasplantar plantas a un nuevo suelo no siempre es la actividad más divertida, pero es una necesidad. Aunque es una necesidad, puede resultar difícil saber cuándo una planta necesita realmente tierra fresca. ¿Necesita tierra fresca o un trasplante?
Claro que hay signos evidentes, como que tu planta se haya comido literalmente toda la tierra de la maceta (refrescar la tierra) o que puedas ver visiblemente las raíces de tu planta (trasplantar), pero ¿qué hay de otras razones? En muchos casos, refrescar la tierra puede ayudar cuando no se justifica el trasplante.
El suelo ha desaparecido
El suelo se descompone con el tiempo a través de procesos biológicos naturales. Cuando esto ocurre, puede parecer que ha ‘desaparecido’ de la maceta. Eso es normal cuando las partículas se han colapsado con la edad y el suelo pierde agua al regarlo.
Si alguna vez ha mirado a su planta y se ha preguntado dónde ha ido a parar la tierra, ya tiene la respuesta. Esta desaparición del suelo parece ocurrir más a menudo con las plantas serpiente y otras plantas con necesidades tan pequeñas que básicamente puedes ignorarlas, así que asegúrate de vigilar el bajo nivel del suelo.
El suelo parece viejo
Cuando vayas a regar tus plantas, asegúrate de comprobar la consistencia de la tierra. Si parece que se ha endurecido, espesado o incluso separado de los bordes de la olla, sustitúyala. El suelo compactado nunca es bueno para las plantas porque asfixia las raíces y además limita la absorción de agua y nutrientes. Esto atrofia el crecimiento de la planta e incluso puede ser mortal. El suelo compactado puede combatirse aireando la tierra, pero si te encuentras aireándola cada vez que riegas, probablemente haya llegado el momento de reconstruir el suelo.
Otras cosas que hay que tener en cuenta son los depósitos minerales, que pueden parecer polvo si el agua sale directamente de la maceta, o si la tierra se seca durante mucho tiempo. Todas estas son señales de que tu planta necesita un refresco.
Es la estación de crecimiento
Recuerde que la tierra no es sólo tierra. Está lleno de nutrientes, fertilizantes y materia orgánica que ayudan a tus plantas a prosperar. Por eso, cuando llega la primavera y el nuevo crecimiento está a la vuelta de la esquina, es importante refrescar la tierra de tus plantas. Sin embargo, esto no significa necesariamente que tenga que sustituir la tierra de cada una de sus plantas. Si tienes una gran colección, esto puede ser una gran tarea.
Si te encuentras en un aprieto, o tienes plantas de crecimiento lento, puedes arreglártelas con una simple restauración de la capa superior del suelo, sustituyendo la mitad superior o los últimos centímetros por tierra nueva. Sólo asegúrate de poner toda la tarea en tu lista de pendientes para el año que viene o cuando decidas hacer la olla más grande.
Ha habido una infestación
Las plagas son lo peor. También pueden ser perjudiciales no sólo para la planta atacada, sino para toda su colección. Si descubre que su planta está infestada, póngala en cuarentena y después intente tratarla. Las infestaciones por hongos y plagas son la pesadilla de los padres de plantas. Aunque pueden controlarse con éxito con productos domésticos y comerciales, estará tranquilo si se limita a sustituir por completo el suelo infestado. Por ejemplo, los huevos del mosquito de los hongos pueden encontrarse hasta a 3 cm de profundidad en el suelo y la podredumbre de las raíces puede matar rápidamente a tu planta.
Consejo
Depende del almacenamiento del suelo. Selle bien la bolsa de tierra o guárdela en un recipiente fresco y seco para preservar su calidad y vida útil. Un suelo bien almacenado evita las plagas y garantiza que sus plantas obtengan siempre lo mejor de sus existencias.
Su planta no crece
Si tu planta muestra cambios antiestéticos o estrés y has evaluado que todas sus necesidades básicas están cubiertas, es hora de plantearse la calidad del suelo. Puesto que el suelo es el responsable de proporcionar nutrientes y agua a la planta, es seguro promover la salud de la planta con una enmienda rápida. Algunas cosas que hay que vigilar son el crecimiento atrofiado, la ausencia de crecimiento, las raíces sobresalientes y las hojas amarillentas. Si las notas, lo mejor es cambiar la tierra y aumentar el tamaño de la maceta 1 cm de diámetro para dar a la planta el espacio que necesita para crecer y prosperar.